Infidelidad-es y secreto
- Azul Cálido
- 6 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 6 sept 2020
La infidelidad es de los temas más delicados que te pueden traer a terapia. Este post tiene por misión compartir un poquito de las realidades que las personas experimentan en cuanto a esta dinámica. Pero no para quedarnos en leer y compartir sino para poder servir de soporte a nuestras personas queridas, y para dar espacio a que la conversación no dañe más a quienes amamos.
Las frases aquí escritas son comentarios que la mayoría podemos reconocer de personas que nos han confiado que en sus relaciones ha habido infidelidad. Ya sea que nos lo cuenten en terapia, que nos lo comparta un amigo, que lo contemos o adivinemos de la relación de nuestros familiares, siempre que aparece la palabra infidelidad el cuerpo suele cambiar. Cambia el cuerpo de quien escucha, pero también de quien comparte.
"Tenemos nuestros problemas, pero jamás nos hemos engañado", "Nuestra relación se rompió el día que descubrí que me engañaba", "Quisiera salvar nuestra relación, pero se ha borrado todo, sólo recuerdo que me engaño y nunca me quiso".
Algunas personas se han tomado a la labor de describir previamente un contrato de exclusividad, con lo que la cosa se pone más negra: "Pero si yo le dije que aceptaba que tuviera sexo con otres, la única condición es que no fuera con alguien que yo conociera, incluida mi mejor amiga".

Para otras personas, el problema viene cuando su círculo íntimo se entera de la pequeña escapadita: " Yo siempre lo he sabido, y la verdad que no me importaba tanto pero ahora que lo sabe mi familia todos me ven como el tonto de turno, el que no es suficiente hombre y a él como el villano de la película. Las navidades han cambiado y ya nadie quiere vernos, discutimos mucho y siempre termino recriminándole por esto".
Al escuchar esto lo primero que podría ser útil es el pensamiento"Ayudar no necesariamente implicar aconsejar". Para aconsejar hay que pensar, usar la mente en modo solución de problemas, decirle a la persona que podría hacer distinto o igual. Aconsejar también incluye juzgar, y juzgar puede no ser la mejor alternativa en este caso. Ya sabemos que nuestra mente casi siempre emite juicios, pero también contempla y por último sino te ves en modo meditativo, el control de impulsos puede funcionar: silencio. Escucha y no emitas palabras que impliquen que la persona tiene que hacer algo. Luego de que has logrado escuchar y silenciar a tu mente consejera, el siguiente excelente paso es: no perder el respeto por quién te lo cuenta. Esta es peliaguda, pues en lo que muchos entendemos por amor y respeto suele estar "no mentir y ser leal", sin embargo te están hablando de todo lo contrario. Pero piensa que tiene un impacto en quién te escucha, si acaso vas a decir algo... mi recomendación es que hagas preguntas sobre cómo puedes ser útil, ahora mismo y también mañana. No adivines cómo puedes ayudar, pregunta y toma nota mental.
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